martes, 12 de noviembre de 2013

Casos difíciles, mucha dedicación y deseo de ayudar

Todos los médicos encontramos con cierta frecuencia casos que nos hacen pensar mucho y nos mueven a buscar mejores soluciones, no importa sin se trata de un clínico enfrentando una enfermedad rara o inusual, o de un epidemiólogo luchando por encontrar la mejor forma de prevenir una epidemia en nuestras comunidades. El motor de nuestro trabajo en estos casos es ayudar.

Debo confesar que en mi práctica médica con las enfermedades venosas mis casos difíciles son y seguirán siendo las úlceras venosas de larga data.

Es muy triste conocer el calvario que pasan muchas y muchos pacientes con esta complicación de la enfermedad venosa, y en especial al saber que la mayoría han pasado por una cadena de médicos generales, dermatólogos, cirujanos, internistas, cirujanos plásticos, naturistas, enfermeras, y hasta curanderos.

Ya de por sí, empleando las técnicas más avanzadas y adecuadas de tratamiento, es muy difícil lograr que sanen, imaginen qué oportunidad pueden tener con tratamientos obsoletos o incompletos como por ejemplo haciendo que gasten mucho dinero en terapias a base de cicatrizantes, antibióticos caros y apósitos especiales sin tratar al mismo tiempo el problema venoso de fondo. Otro gran ejemplo es cuando le realizan injertos de piel a pacientes con úlcera venosa sin haber tratado las várices, con el lógico fracaso de dicho injerto.

Para ilustración, comparto unas imágenes de casos difíciles:

Aspecto antes del tratamiento. Úlcera de larga data debido a insuficiencia venosa profunda.

Ejemplo de vendaje multicapas para tratar la úlcera. Caso tratado en institución de ayuda, los materiales de vendaje no son los más adecuados pero ayudan mucho. Ejemplo de dificultades socio-económicas.

Ha tomado más de un año para llegar a este aspecto.

Otro caso difícil, con 8 años de evolución, pero con mejor pronóstico por tratarse de insuficiencia venosa superficial. Aspecto antes del tratamiento.

Uso de apósitos especiales para promover limpieza y cicatrización. Inconveniente: cuestan mucho dinero.

Dos semanas después de destrucción de vena Safena Mayor con escleroterapia ecoguiada y vendajes inelástcios compresivos multicapas con apósitos especiales en la clínica Valle Chavarría. Aún hay largo camino por recorrer.


Y lo difícil no se queda en los trastornos de cicatrización, sino que comprende además el problema socio-económico: el costo de los materiales de curación, apósitos medicados y de absorción, cremas cicatrizantes, servicios médicos y transporte es muy altos a mediano y largo plazo, de modo que es difícil también hacerle frente a todo este problema tanto para pacientes y familiares como para el médico que trata de ayudar desde una práctica privada. Se puede tratar de aliviar un poco esta carga económica disminuyendo o dispensando honorarios médicos en los casos que se necesite, pero de momento hay pocas alternativas.