Debo confesar que en mi práctica médica con las enfermedades venosas mis casos difíciles son y seguirán siendo las úlceras venosas de larga data.
Es muy triste conocer el calvario que pasan muchas y muchos pacientes con esta complicación de la enfermedad venosa, y en especial al saber que la mayoría han pasado por una cadena de médicos generales, dermatólogos, cirujanos, internistas, cirujanos plásticos, naturistas, enfermeras, y hasta curanderos.
Ya de por sí, empleando las técnicas más avanzadas y adecuadas de tratamiento, es muy difícil lograr que sanen, imaginen qué oportunidad pueden tener con tratamientos obsoletos o incompletos como por ejemplo haciendo que gasten mucho dinero en terapias a base de cicatrizantes, antibióticos caros y apósitos especiales sin tratar al mismo tiempo el problema venoso de fondo. Otro gran ejemplo es cuando le realizan injertos de piel a pacientes con úlcera venosa sin haber tratado las várices, con el lógico fracaso de dicho injerto.
Para ilustración, comparto unas imágenes de casos difíciles:
Aspecto antes del tratamiento. Úlcera de larga data debido a insuficiencia venosa profunda. |
Ha tomado más de un año para llegar a este aspecto. |
Otro caso difícil, con 8 años de evolución, pero con mejor pronóstico por tratarse de insuficiencia venosa superficial. Aspecto antes del tratamiento. |
Uso de apósitos especiales para promover limpieza y cicatrización. Inconveniente: cuestan mucho dinero. |
Y lo difícil no se queda en los trastornos de cicatrización, sino que comprende además el problema socio-económico: el costo de los materiales de curación, apósitos medicados y de absorción, cremas cicatrizantes, servicios médicos y transporte es muy altos a mediano y largo plazo, de modo que es difícil también hacerle frente a todo este problema tanto para pacientes y familiares como para el médico que trata de ayudar desde una práctica privada. Se puede tratar de aliviar un poco esta carga económica disminuyendo o dispensando honorarios médicos en los casos que se necesite, pero de momento hay pocas alternativas.